No podemos entender la realización de una instalación eléctrica sin cumplir normativa y buenas prácticas. Los riesgos para todos serían muchos y harían inviables las instalaciones.
La seguridad industrial afecta a todas las instalaciones reglamentarias a las que accedemos diariamente. En nuestras casas, en la calle en los establecimientos que visitamos o donde trabajamos, hay instalaciones tales como electricidad, calefacción, ascensores, gas, instalaciones de protección contra incendios, equipos a presión y muchas otras más.
El cumplimiento de la normativa nos asegura que podemos emplear las instalaciones de forma segura y confiable, además de que su conservación y mantenimiento va a ser más sencillo y barato.
Además, el incumplimiento de las actuaciones de mantenimiento, revisiones e inspecciones que sean obligatorias puede suponer sanciones administrativas o la falta de cobertura en los siniestros que vengan ocasionados por esas instalaciones sujetas a revisión, mantenimiento o inspección como se indica en algunas pólizas. Incluso puede haber responsabilidad penal en caso de imprudencia grave con resultado de muerte.