Cualquier modificación incorrecta, que derive en un incidente, es mi responsabilidad. Por ello debo confiar siempre mis instalaciones a profesionales habilitados.
Las modificaciones inadecuadas o no realizar las inspecciones obligatorias, pueden llevar a que los daños que se produzcan no sean cubiertos por seguros contratados, al no cumplir la reglamentación.
Además, en las comunidades de propietarios estas instalaciones pueden generar un riesgo de accidente por lo que deben precisar de revisión para que en todo momento sean seguras y eficientes. Esto exige su mantenimiento, su revisión periódica e inspección por técnicos especializados.
Insistimos, no es la Administración la que requiere esos controles. La responsabilidad será siempre de la comunidad de propietarios o el titular del edificio. La Administración solo actuará cuando haya un siniestro o se produzca alguna denuncia para sancionar a la comunidad que no cumpla con los mantenimientos, revisiones e inspecciones que la normativa exige.