Además de los repartidores de costes, obligatorios, hay que instalar válvulas termostáticas, desfangadores y cambiar a bombas de caudal variable
Conversamos con Manuel Bernal de la empresa Innotec que nos da las claves para un sistema de calefacción comunitario realmente eficiente
Actualmente son muy pocas las comunidades que se están adaptando a la nueva normativa… y además las empresas instaladoras deberían informar de todos los cambios que deberían ser necesarios
En virtud del Real Decreto 736/2020, de 4 de agosto, por el que se regula la contabilización de consumos individuales en instalaciones térmicas de edificios, –1,5 millones de hogares en España– deberán instalar contadores de calorías o repartidores de costes de lectura remota. Manuel Bernal nos atiende en su empresa, Innotec, y nos explica de manera reveladora como se está produciendo este proceso… o mejor dicho, como no se está produciendo de manera eficiente.
«En el tema de la instalación de repartidores de costes, estamos implicadas dos tipos de empresas en el sector», nos advierte Bernal.
Unas son las empresas de medición, que se encargan de poner el repartidor y de realizar la lectura, pasar la refacturación al administrador de lo que consume cada vecino. También generalmente se encargan o se deberían encargar de la instalación de las llaves termostáticas.
Luego estamos las empresas que nos dedicamos a la modificación de la instalación comunitaria. El decreto obliga a las comunidades de vecinos a poner repartidores de costes siempre que cumplan una serie de criterios. Las empresas mantenedoras debemos proveer a la comunidad, vía administrador, del Anexo III dónde se refleja el estudio técnico que justifica, o no, la instalación de dichos repartidores según las exigencias de dicho Real Decreto.»
Bernal, nos aclara que además de la instalación obligatoria del repartidor, empresas como Innotec, aconsejan instalar válvulas termostáticas, desfangadores y, por supuesto cambiar las bombas que haya de caudal constante a bombas de caudal variable en el circuito de calefacción.»
Hay que tener en cuenta que los edificios antiguos, que son los que tienen los sistemas de calefacción por montantes y los que requieren de este tipo de intervención, son edificios que en su momento se diseñaron bajo unas premisas de funcionamiento con bombas de caudal constante. Obviamente, la gente no tiene los conocimientos para saber que la modificación o la implantación de los repartidores más las llaves termostáticas ya supone modificar las condiciones iniciales de diseño.», nos cuenta Manuel Bernal
Efectivamente, al instalar las válvulas termostáticas se puede regular todo o parcialmente lo que quieres que caliente un radiador, con lo cual automáticamente estamos introduciendo una modificación en el equilibrado hidráulico de la instalación, es decir, automáticamente solo por poner los repartidores y las válvulas estamos modificando las condiciones iniciales de diseño.
Las empresas que se encargan precisamente de poner los repartidores y las válvulas termostáticas deben informar de la necesidad de la modificación del resto de instalación de los elementos comunes de instalación de calefacción «porque si no le está diciendo una verdad a medias», afirma Bernal.
Poner un repartidor no supone ahorrar absolutamente nada, porque lo único que hace es medir. Solo nos dice lo que hay que pagar a final de mes. Eso sí, la incorporación de los repartidores de coste a nivel de vivienda individual elimina una de las injusticias tradicionales en las comunidades de vecinos: «el del primer piso se «asaba» de calor con las ventanas en pleno invierno abiertas y el del último piso estaba helado de frío y quejándose todos los inviernos y sin embargo los dos pagaban lo mismo», relata Bernal.
Con la implantación de los repartidores de coste eliminamos esta injusticia; es decir el del último piso no va a tener ni más ni menos calor que antes de poner los repartidores, pero lo que sí que se va a hacer es que cada uno va a pagar por lo que realmente está consumiendo. Si además se utilizan llaves termostáticas y se acometen las modificaciones en la instalación comunitaria de calefacción, no sólo mediremos sino que regularemos para conseguir que todos los vecinos tengan confort térmico.
El problema y gran error es que el Real Decreto deja como una recomendación que no una obligación la incorporación de válvulas termostáticas porque si tú pones repartidores de costes no lo quieres simplemente para saber lo que estás gastando lo quieres para poder regular efectivamente, es decir no tiene ningún sentido poner repartidores de costes sino no va junto con un sistema que permita la regulación en cada radiador con lo cual desde nuestro punto de vista es imprescindible la instalación de las válvulas termostáticas ya que te permite ajustar el caudal que quieres que pase por cada radiador en función del uso que tenga esa habitación.
Manuel Bernal
Pero, ¿qué ocurre? Eso produce automáticamente un desajuste hidráulico en la instalación general y ese desajuste si no se soluciona generará nuevos problemas en la instalación.
Los vecinos piensan que con poner repartidores y válvulas es suficiente… pero resulta que ahora hace mucho ruido un radiador, otro que no calienta y empieza a haber una serie de problemas que provienen en su mayoría precisamente de no haber hecho las actuaciones en las instalaciones comunes. Nosotros como empresa especialista en el mundo de la calefacción tanto doméstica como en el sector residencial, comunidades de propietarios, ¿qué actuaciones recomendamos llevar a cabo?», destaca Bernal
- Hay que hacer un estudio personalizado. Si la instalación inicialmente se diseñó con un concepto de caudal constante, al cambiar al sistema de reguladores con válvulas termostáticas, cuando los vecinos actúan sobre estas para cerrarlas o abrirlas se producen desequilibrios hidráulicos y sobrepresiones que producirán un malfuncionamiento de los radiadores y pueden dañar las tuberías, etc. Por ello es necesario en primer lugar cambiar las bombas de caudal constante a bombas de qué caudal variable. Esto es un cambio que nosotros consideramos absolutamente imprescindible. La comunidad no lo debe ver como un gasto. Las bombas de caudal constante son todo o nada, es decir están funcionando al 100% de su potencia. Al sustituirlas por bombas de caudal variable, permite que se ajusten a las necesidades de la instalación en cada momento, con lo cual si la bomba tiene poca demanda va a estar funcionando a un mínimo de su capacidad y por lo tanto no va a consumir tanto. Es decir, a medio o largo plazo lo que vamos a conseguir también es un ahorro de costes en el circuito comunitario. Esto es muy importante que lo entiendan las comunidades de vecinos.
- En algunas comunidades que pueden tener 40 o 50 años, las instalaciones que nos encontramos habitualmente son instalaciones con tuberías de hierro y ¿qué ocurre en la tubería de hierro cuando pasa tanto tiempo? – se produce corrosión en su interior y entonces empieza a desprender partículas férricas que obstruyen distintos componentes de la instalación incluso pueden también afectar al funcionamiento de las calderas. Esas partículas férricas se depositan en los cabezales de las válvulas termostáticas y acaban obstruyendolas con lo cual dejan de funcionar y dejan de hacer su función. En estas instalaciones no podemos abordar la sustitución de las tuberías de toda la comunidad. Es una intervención muy costosa, pero hay soluciones que pueden minimizar estos riesgos; por ejemplo puedes poner desfangadores aireadores en la instalación general, que van a filtrar las partículas férricas y eliminar las burbujas de aire que también producen problemas de falta de calor en radiadores en plantas superiores. Nosotros recomendamos encarecidamente instalar este elemento ya que la mayoría de las comunidades tienen instalaciones de tuberías de hierro.
Con estas dos intervenciones estamos transformando el circuito enfocado de caudal constante a caudal variable con las bombas de caudal variable y además solucionando los problemas de aire y de partículas férricas.
Todo esto es independientemente de que la caldera sea de gas, gasoil o pellets.
¿Qué le puede costar a una comunidad todos estos cambios adicionales de bombas y desfangadores?
«En valor absoluto es imposible dar un valor porque depende hay comunidades que tienen una montante y por lo tanto tienen una bomba y otras que tienen 10 montantes y tienen 10 bombas, pero en porcentaje y dejando claro que estamos hablando de cifras muy aproximadas no debería superar más del 20% del coste total de la instalación de todo incluyendo repartidores válvulas termostáticas y las propias intervenciones en lo que es la instalación general. El grueso del coste está en lo que es la implantación de los repartidores y la sustitución de las válvulas termostáticas. Hay que tener en cuenta que las empresas que lo hacen tienen que entrar en cada vivienda e ir radiador por radiador para poner el repartidor de costes y configurar con un ordenador que llevan los parámetros en el repartidor y luego cambiar la válvula termostática. A veces hay casas con tres tipos de radiadores e incluso con cubrerradiadores… puede ser un trabajo de muchas horas», nos aclara Manuel Bernal.
Las desfangadores fundamentales también para romper tabúes
Hemos oído hablar muchas veces de que las válvulas termostáticas en Aragón no funcionaban bien por la cal… pero no es por los residuos de cal en las tuberías sino por los residuos férricos. Hay que tener en cuenta que la calcificación de las tuberías se presenta sobre todo en circuitos abiertos, por ejemplo circuitos de agua caliente. Allí sí que está circulando constantemente agua con cal y se hacen deposiciones de cal, pero el circuito de calefacción es un circuito cerrado donde no debería haber problemas de calcificación.
Como siempre en España vamos muy tarde en este cambio y la normativa además deja claras unas fechas límite según la zona climática donde esté ubicado el edificio.
Zaragoza pertenece a zona Climática D y eso implica que la instalación debe estar realizada:
- En edificios de 20 o más viviendas: 1 de octubre de 2022
- En edificios de menos de 20 viviendas: 1 de marzo de 2023.
Ahora mismo hay muy pocas comunidades que han tomado la decisión de realizar los cambios. Resulta preocupante que a última hora no haya capacidad. Será en marzo cuando se cierren las calefacciones colectivas y el boom y los problemas van a venir en primavera.
Para este cambio en cada casa hace falta mano de obra cualificada. Casi todas las marcas de repartidores exigen una habilitación de los técnicos. Nuestra experiencia es que una vivienda completa es un día de trabajo de una persona (para instalación de válvulas más repartidores) y hay veces que necesita la ayuda de un segundo técnico porque hay radiadores de hierro fundido que no los puede manipular un único técnico.
Manuel Bernal nos avisa: «Igual nos pasa como sucedió en Italia que también sacaron un Real Decreto ya hace unos años antes que nosotros y hubo rupturas de stock: no había válvulas termostáticas, no había repartidores de coste y no había mano de obra para para hacer todo lo que había que hacer. Esperemos no encontrarnos ante un escenario similar. Falta explicación a las Comunidades de vecinos y la colaboración de los Administradores de fincas va a ser fundamental en los próximos meses».
Cuando la instalación es por repartidores la forma de imputar los costes a cada vecino suele ser mediante un coste fijo (costes de distribución) más los costes de consumo individuales; similar a la factura eléctrica: costes fijos y costes de consumo.
Esta regulación en cada vivienda va a suponer un importante ahorro. Se va a solicitar menos gas, menos gasóleo. Tenemos datos de instalaciones en comunidades de vecinos de un tamaño de más de 100 vecinos que ya instalaron el sistema de repartidores, válvulas y las bombas, con un ahorro general de la sala de calderas de entre un 25% y un 30% de ahorro anual.
Manuel Bernal
Si realizamos reformas para aislar bien la casa podríamos llegar a ahorros del 50%. Incluso en casas passivhause, bien aislada, estamos hablando de diez veces menos de consumo energético.
