“AESSIA es de lo mejor que ha pasado a la profesión y a esta Comunidad Autónoma”. Descubre en la entrevista la evolución de la profesión y el apoyo de AESSIA.
Eduardo García Paricio lo ha sido «casi todo» en la profesión. Desde su despacho en la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de Zaragoza, donde es profesor en Ingeniería Eléctrica desde 1991, este Doctor Ingeniero Industrial nos atiende en su puesto de mando con cuatro pantallas de ordenador abiertas. García Paricio nos habla del ejercicio libre en la profesión y recuerda perfectamente su primer proyecto en 1984 por el que cobró 30.000 pesetas, «que para el que no lo sepa son 180€», nos aclara García Paricio.
Eduardo nos relata, como si fuera una tabla de «antes y ahora«, las mayores trabas burocráticas y la falta de regulación económica que tiene ahora un ingeniero industrial que quiere ejercer por libre. «Antes había más flexibilidad en las tributaciones y más simplicidad. Hoy necesitas un asesor fiscal ¡seguro!. El mercado ha cambiado muchísimo. Hoy solo tienen honorarios regulados los notarios y los registradores», nos relata Eduardo quien recuerda que cuando empezó, tenía sus honorarios regulados en el Colegio profesional. ¡El único gasto que ha bajado es el de copistería!, nos comenta irónicamente nuestro invitado.
Ahora hay «más exigencia, menor precio en proporción y menos formación de la necesaria, probablemente, y eso que la formación que se recibe en la EINA, en mi departamento y en otras áreas, es buena», aclara García Paricio, quien nos recuerda que la colocación de los ingenieros e ingenieras es del 100% debido al amplio abanico de trabajos en los que la familia de la ingeniería industrial puede intervenir, «desde grandes empresas como TÉCNICAS REUNIDAS o IDOM, pasando por ingenierías medias, con un número de ingenieros sobre la decena, a pymes o ser autónomos», resalta García Paricio, quien pese a todo cree que «no llega al 10% el número de ingenieros que están en el ejercicio libre, por la facilidad de integrarse en todo tipo de actividades industriales, su gestión y dirección, y en la administración».
El Ingeniero Industrial tiene que tener un gran conocimiento legislativo
García Paricio nos explica por qué el ejercicio libre hoy en día sigue bajando. «Para que el ejercicio libre sea rentable hay que tocar diversos tipos de proyectos: naves, electricidad, térmica, incendios… Antes no había tanta literatura, hoy, solo el Código Estructural tiene 1.800 páginas… y está el RITE, el Código Técnico, las normas UNE y un sinfín de ordenanzas municipales. En Francia está todo más centralizado. El ingeniero de París tiene las mismas normativas que el de Pau», observa Eduardo.
Eduardo nos aclara que no quiere parecer pesimista, pero cree que los jóvenes ingenieros deben conocer cómo está el mercado para el ejercicio libre en la actualidad y el esfuerzo temporal que requiere adquirir las capacidades que el mercado demanda, sin dejar de lado la evolución al alza de las reclamaciones en materia de responsabilidad civil e incluso penal. Es muy importante el papel de los Colegios profesionales.
«Una cosa que sí ha mejorado son los trámites con el Departamento de Industria del Gobierno de Aragón… y en parte gracias a AESSIA.», sonríe García Paricio, que nos dice que de «los trámites con algunos ayuntamientos prefiere no hablar…».
La puesta en valor de AESSIA y Pegasso
«AESSIA y su plataforma Pegasso, por su funcionamiento y por los agentes participantes, es de lo mejor que ha pasado a la profesión y a esta Comunidad Autónoma», nos felicita García Paricio, que también opina que Aragón no necesita otra plataforma. «El adelgazamiento administrativo es conveniente para esta profesión», concluye Eduardo.