La planificación estratégica del mantenimiento de instalaciones de baja tensión consiste en el desarrollo de acciones planificadas para garantizar el funcionamiento eficiente y fiable de los sistemas eléctricos.
El mantenimiento de las instalaciones de baja tensión implica programar acciones preventivas rutinarias de manera periódica para detectar fallos o anomalías que puedan desembocar en un problema eléctrico mayor.
Industrias y comercios deben conocer sus activos eléctricos y establecer los procedimientos para llevar a cabo también acciones correctivas en caso de avería.
Importancia del mantenimiento de una instalación de baja tensión
El mantenimiento regular de las instalaciones eléctricas de baja tensión es un aspecto imprescindible para garantizar la seguridad y la seguridad de las personas en cualquier espacio, pero especialmente en las industrias y locales comerciales.
Las tareas rutinarias de mantenimiento eléctrico son imprescindibles para:
- Prevenir accidentes eléctricos. Supervisar el rendimiento de los equipos y sistema eléctrico permite prevenir cortocircuitos o situaciones que puedan desembocar en un incendio o accidente laboral.
- Reducir costes. El mantenimiento regular ayuda a optimizar el gasto económico que supone el consumo energético, así como a evitar los sobrecostes que supondría una avería eléctrica grave.
- Cumplir con la legislación: en algunos casos, las tareas de mantenimiento periódicas antes de la siguiente inspección de baja tensión están reguladas por normativa autonómica.
Contratar una empresa instaladora con profesionales técnicos cualificados para instalaciones de baja tensión es de gran importancia para garantizar la seguridad.
Desarrollo de programas de mantenimiento preventivo
El desarrollo de programas de mantenimiento preventivo es de gran importancia para prevenir fallos eléctricos. El tiempo máximo en el que se requiere realizar una inspección periódica por parte de un Organismo de Control Habilitado depende del tipo de edificio:
- Comunidades de vecinos: si tuvieron inspección inicial: cada 5 años. (p. ej.: Garajes de más de 25 plazas, servicios comunes con salas de calderas). En algunos casos (potencia del edificio mayor de 100 kW), cada 10 años, aunque no haya habido inspección inicial. (más de 20 viviendas se podría superar los 100 kW). Estas inspecciones no incluyen el interior de las viviendas.
- Espacios comerciales: cada 5 años (Si tuvieron inspección inicial)
- Espacios industriales: cada 5 años (Si tuvieron inspección inicial)
No obstante, lo habitual es realizar un mantenimiento periódico y no esperar al último momento, ya que las tareas correctivas pueden suponer mayores costes y suponen también un mayor riesgo para las personas.
Efectuar tareas de mantenimiento rutinarias de manera periódica ayudar prevenir fallos eléctricos graves. Cualquier anomalía o fallo eléctrico puede dar lugar a accidentes laborales, paralización de la producción o incendios que generen riesgo para las vidas humanas o pérdida de patrimonio de la empresa.
Las tareas de mantenimiento de las instalaciones pueden implicar tareas como renovación del cableado, revisión de los equipos y las conexiones eléctricas o reemplazo de componentes defectuosos. Dentro de un plan de mantenimiento preventivo se realizan también acciones como inspecciones visuales de las instalaciones, tareas de limpieza, o verificación de la temperatura de conductores.
Maximización de la vida útil y rendimiento de las instalaciones
Llevar a cabo un plan de mantenimiento eléctrico en las instalaciones de acuerdo con la normativa ayuda a maximizar la vida útil de los sistemas eléctricos.
Una vez realizada la Inspección Inicial y recibido el Certificado de Instalación Eléctrica, es responsabilidad del titular de la instalación eléctrica llevar a cabo las tareas de mantenimiento preventivas necesarias para mantenerlas en buen estado durante toda su vida útil.
Hay que tener en cuenta que los titulares de un lugar de trabajo tienen la obligación de no originar riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores, cumpliendo con las disposiciones de seguridad y salud que marca la legislación. Esto afecta a todos los servicios eléctricos que se encuentren en las instalaciones, como el alumbrado, calefacción, sistemas de protección contra incendios o sistemas de elevación.
Para llevar a cabo las tareas de mantenimiento puede contar con la empresa instaladora habilitada, en caso de que no tenga los medios necesarios para llevar a cabo las tareas de mantenimiento. En ningún caso, los titulares de una instalación eléctrica están autorizados a realizar modificaciones o reparaciones.
Solo lo pueden realizar empresas instaladoras habilitadas, que deberán emitir un nuevo certificado de instalación y realizar el trámite correspondiente.
Desde Aessia te invitamos a contar con una empresa instaladora habilitada que cuente con profesionales cualificados para llevar a cabo las tareas de mantenimiento de una instalación de baja tensión, y así poder llevar a cabo el desarrollo del plan de mantenimiento de las instalaciones eléctricas.
